Sábado, como todas las tardes, nos reunimos con las chicas para compartir un café y lindos momentos de convivencia, en esta ocasión en la casa de Lucy, la más amena de todas, mujer virtuosa llena de energía y alegría en todo momento, de hecho, es como la hermana mayor de todas nosotras, la que nos apoya y motiva en malos y buenos momentos, en fin, Lucy una gran amiga.
Ese sábado en especial me ocurrió algo muy vergonzoso, nos encontrábamos conversando sobre el bautizo de la hija de Mary, otra amiga del grupo, por cierto, todas muy entusiasmadas con la llegada del acontecimiento, en eso interrumpo para levantarme, tenía que ir al baño, todo bien hasta soltar el agua del inodoro, en eso escucho la voz de Lucy diciéndome: ¨ ¡Verito! ¿Estás ahí? Olvidé decirte que ese baño se encuentra fuera de servicio, justamente hoy vienen a reparar esa avería. Y yo ¡Ups!, tarde, ¡Lucy! ¡¿Por qué no me lo dijiste antes?!
Lo siento amiga, me dice ella: ¨no queda de otra que esperar al fontanero, por cierto, ¿conoces desagotes en cordoba?¨
Le digo que no, ella sigue y me dice que vendría un fontanero, no especialista en desagotes, cuando les contamos a las chicas lo sucedido, se ríen. Fernanda, una de las chicas, comenta que conoce desagotes en Córdoba, le da el dato a Lucy y ella no espera más para realizar la llamada al contacto de Fer cancelando al fontanero; la empresa no demoró ni 30 minutos en llegar con todo su equipo, realizaron el trabajo sin ocasionar ninguna molestia ni incomodidad, sorprendentemente, no tardaron mucho, al menos hicieron que me sienta menos avergonzada, continuamos nuestra reunión riendo por lo sucedido, en otra ya sé que debo de preguntar si el baño tiene algún problema antes de entrar.
¡Qué día!