Si las mujeres se van a acercar a la literatura deben hacerlo con un fuerte sentido crítico entendiendo que muchos de los esquemas que los hombres  pretenden imponerles están presentes ahí en su mayoría justificados, los textos sean críticos o no son parte de una cultura que ha dejado de lado a la mujer como complemento que no la ha valorado como necesaria para el desarrollo de la misma y que por lo tanto se oponen al despliegue de sus posibilidades y es solo en el siglo XX que se evalúa con seriedad la fuerte opresión que estas formas sofisticadas  de es que matizar a la cultura,  recurrir a textos anteriores implica una fuerte responsabilidad de entender y  afrontar, no necesariamente  aceptar a los prejuicios de otras épocas llenas de machismo pero las mujeres actuales no debieran cerrarse en ese simple hecho ya que esas épocas también estaban plagadas de otras variadas formas de dogmatismo como  el teocentrismo,  el antropomorfismo y el etnocentrismo, que siempre han oprimido a las minorías, en el caso de las mujeres es más radical por que los mecanismos de formación de las culturas se establecieron para que ellas mismas sean las que ayuden  en suopresi9on por parte de los hombres.

Pretendieron  construir la identidad de la mujer como un complemento inequívoco del  hombre al que consideraron como el modelo del ser humano, aunque en parte la idea de igualdad no contribuye de manera directa a disolver este esquema, los valores occidentales son resultado de esas valoraciones hechas por los hombres, entonces quizá las alternativas no deben ser simples oposiciones o la aceptación  y generalización de  valores universales lo que ellas deben de proponer si no nuevos valores que surgen de su propia naturaleza y de su modo de entender, interpretar y representar la realidad, una forma artística que tenga su origen en las mujeres en sí mismas y no en  la cultura que las condiciona a ser un elemento carente de centralidad, completamente objetivado y sujeto al paradigma construido por el otro sexo.

La lectura critica no necesariamente debe ser despreciadora de lo que se ha construido, pero si definitoria de todo lo que ha estado aconteciendo hasta ahora, lo importante en este sentido es que las mujeres puedan  vivir  con un lugar coherente con su propia  naturaleza y con el menor número de contradicciones posibles, lograr hacerlo será algo que ningún hombre jamás ni soñó.