El ser humano es un ser curioso, extremadamente inquieto siempre en busca de encontrar más, sobrepasando fronteras y límites establecidos, el ser humano es así, y siendo hombre o del género masculino esta faceta es sobre entendida y comprendida, pero siendo mujer y por tener una definición diferente a lo que es la mujer en realidad se cree que por poseer una complexión diferente no podría con todo aquello que quizá es el ser humano, una idea sin duda errónea, que la figura y los rasgos marquen una línea divisoria entre el ser y la personalidad de cada uno llegue a limitar los esfuerzos, es sin duda una mentalidad de anta año de las épocas del llamado patriarcado. Época en la cual la mujer no era vista más que un objeto y diferenciada por su valor sexual. Pensamiento del medio evo que no merece ninguna gloria o mérito alguno.
Estamos en el auge de la época tecnológica donde los tabos son superados y donde la grandeza de la mujer como miembro activo de la sociedad es reconocida y va siendo reconocida en escalas, que aunque no se denoten va repercutiendo en la historia mundial, es una lucha constante y de tiempo en tiempo pues nunca ha cesado, la mujer ahora puede ganar y trabajar de la misma forma en la que lo hace un hombre demostrando su valía, puede mostrar y opinar eh incluso compartir la diversión de la misma forma en la que lo hace el ser masculino, sin diferencia alguna el apostar por el equipo femenino o masculino es apostar por la misma cantidad de posibilidades de derrota y victoria, cada uno posee cierta ventaja y reconocer estas características es esencial para el ser humano, apuesta por tu género es como las apuestas deportivas no sabes cuál va a ganar, pero si puedes reconocer porque debe ganar, aunque siempre es necesario decir que no es una competencia, sino una batalla contra en pensamiento ambiguo que solo busca limitar en vez de engrandecer y librar aquellos limites siguiendo un camino de desarrollo mental y continuo avance en el tiempo e historia.